sábado, 19 de noviembre de 2016

La Décima Borinqueña de Salvador Tió.

Salvador Tió. Soy boricua porque soy.
Editorial Plaza Mayor. Puerto Rico.  1995.
La décima borinqueña, forma tradicional de cantar versos en Puerto Rico, tiene su origen en el Siglo de Oro español y Salvador Tió (1911-1989) es sin duda uno de sus grandes maestros. Desbordantes de ingenio y humor, sus rimas son perfectas en la forma y ricas en contenido.
Hay quienes, equivocadamente y por puro prejuicio, sostienen que los formatos estrictos no son compatibles con la expresión espontánea y que las normas de "poesía culta" no se aplican en las creaciones populares. Quienes así opinan, probablemente no le han prestado suficiente atención a las décimas.
Vicente Gómez Martínez Espinel (1550-1624), sacerdote, músico, escritor y poeta malagueño, es considerado el padre de la décima, razón por la cual este tipo de poemas es conocido también como "espinela".  En su época, justamente conocida como el Siglo de Oro de la Literatura, surgieron en España gran cantidad de poetas (Quevedo y Góngora son los más conocidos pero la lista es verdaderamente enorme), que experimentaron con todos los temas y formas posibles. El padre Espinel apostó por cultivar composiciones de diez versos octosílabos con rima trabada. En el campo de la música, por cierto, Espinel fue quien tuvo la feliz idea de agregar una quinta cuerda a la guitarra. Jamás podría haberse imaginado que, unos cuantos siglos después, los payadores de Chile, Argentina y Uruguay, así como los trovadores puertorriqueños cantarían en décimas. En el Cono Sur, las payadas se cantan tocando guitarras de seis cuerdas, pero en Puerto Rico lo tradicional es acompañar las décimas con un cuatro, es decir, una guitarra de cuatro cuerdas como las que conoció y mejoró Espinel.
Se cree que fue en el Siglo XVII que la décima empezó a ser conocida en los pueblos de la costa y del interior de Puerto Rico hasta llegar a convertirse en el canto popular por excelencia de la isla. Componer poesía es, definitivamente, algo complicado. Acomodar lo que se quiere decir en versos de cierto número de sílabas que rimen con una secuencia determinada hace un poco más difícil el asunto. Pero en Puerto Rico, los buenos trovadores no solamente escriben y declaman décimas, sino que además las cantan y las improvisan en el momento. 
La gran mayoría de poetas reconocidos de la isla, como José Gautier Benítez, José de Diego, Virgilio Dávila, Luis Llorens Torres, Luis Palés Matos, Francisco Matos Paoli, Juan Martínez Capó, Andrés Castro Ríos, Francisco Matos Paoli, entre otros, han cultivado la décima, ya sea en creaciones elevadas y ambiciosas o en su juguetona y divertida versión popular. Pero las décimas de Salvador Tió son sin lugar a dudas las más celebradas y recordadas por los boricuas.
Salvador Tió. (1911-1989)
Salvador Tió fue un gran humanista. Inició sus estudios de Derecho en la Universidad de Columbia en New York y los finalizó en la Universidad Central de Madrid pero, en vez de ejercer como abogado, prefirió ser literato, editor y periodista. Publicó relatos en que mostraba la vida sencilla del pueblo, ensayos, biografías e incontables poemas. Llegó a ser presidente del Ateneo y de la Academia Puertorriqueña de la Lengua, pero siempre fue un autor respetado, querido y muy leído por el pueblo sencillo. Como dato curioso, a Salvador Tió se le atribuye ser el creador del término "Spanglish" para denominar la costumbre, cada vez más extendida, de mezclar el español y el inglés.
En 1995, la Editorial Plaza Mayor, publicó el libro Soy boricua porque soy, que recopila numerosas décimas inéditas de Salvador Tió. La mayor parte de la antología está dedicada a poemas de amor un tanto picarescos ("Como echo de menos lo que tú tienes de más"). Hay también recuerdos nostálgicos de la infancia ("De allí guardo en la memoria el rostro de los abuelos") y algunas composiciones patrióticas con cierto tono de denuncia y protesta ("No invento penas por gusto/ pero el mal que me rodea/ tiene la cara tan fea/ que se muere uno del susto").
En los tiempos de Salvador Tió no se hablaba aún de feminismo, sino de liberación femenina. Mucho antes de que la tan llevada y traída teoría de género cuestionara si las diferencias de sexo son naturales o culturales y planteara que la relación entre hombres y mujeres está marcada por la dominación y el abuso, Tió compuso una décima que vale la pena leer.

Liberación Femenina


La ley de la evolución
aceptada por la ciencia
apunta la diferencia
entre mujer y varón.
A una diferenciación
que Charles Darwin apunta
no quiero sacarle punta
porque la cosa es muy clara.
Aquello que nos separa
es lo mismo que nos junta.

De izquierda a derecha; José Buitrago, Arturo Morales Carrión,, Enrique Laguerre,
Teodoro Vidal, Eugenio Fernández Méndez, Luis Muñoz Marín, Salvador Tió
y José Trías Monge.
INSC: 2060

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