Daniel Oduber: Una vida y cien imágenes. Alberto Baeza Flores. Editorial Eloy Morúa Carrillo. Costa Rica. 1976. |
El 27 de setiembre de ese mismo año, fue bautizado en la Iglesia del Carmen por el padre Mariano Zúñiga con los nombres de Porfirio Ricardo José Luis Daniel.
Sus padres, Porfirio Oduber Soto (sobrino del Presidente Bernardo Soto) y Ana María Quirós Quirós, vivían en las cercanías del Parque Morazán y tuvieron tres hijos: Daniel, José Francisco y Dora. José Francisco murió siendo apenas un muchachito, en 1935, el mismo año que su hermano ganó el campeonato de basket.
El joven Daniel perdió a sus padres muy pronto. Doña Ana María en 1943 y don Porfirio en 1944. Debió entonces ponerse a trabajar durante el día y seguir cursos nocturnos de contabilidad en la Escuela de Comercio Manuel Aragón. Pese a las limitaciones de tiempo y dinero, terminó su carrera de Derecho y, por sus propios medios, viajó a Canadá a continuar sus estudios. Allí conoció a la que sería su esposa, doña Marjorie Elliott, pianista graduada del Conservatorio de Toronto, quien también cursaba estudios de Artes en McGill. En repetidas ocasiones ella contó que Daniel Oduber obtuvo la nota perfecta en el examen de lógica de la Universidad, algo que ningún canadiense había logrado. La boda civil de don Daniel y doña Marjorie se celebró en París y la religiosa en la Iglesia de San Isidro de Coronado. Bendijo la unión el padre Benjamín Núñez.
Una faceta poco conocida de Oduber es la de poeta. Varios presidentes de Costa Rica han sido escritores. Don Ricardo Jiménez escribía ensayos; don Cleto González Víquez. investigaciones históricas; don Teodoro Picado recopiló toda la obra escrita por Rubén Darío en Costa Rica. Estos tres presidentes fueron Académicos de la Lengua, don Ricardo y don Cleto de la Academia Costarricense y don Teodoro de la nicaragüense. Don José Figueres escribía ensayos y relatos, el Dr. Abel Pacheco, cuentos y el Dr. Oscar Arias Sánchez, ensayos. Estos tres presidentes llegaron a ganar el Premio Nacional Aquileo Echeverría, don Pepe y don Oscar en ensayo y don Abel en cuento pero, hasta donde sé, Oduber es el único presidente que ha escrito y publicado poemas.
Al igual que muchos otros de su generación, la carrera política de Daniel Oduber empezó en el Centro de Estudios para los Problemas Nacionales, fundado y liderado por Rodrigo Facio.
Cuando estalló el conflicto armado en 1948, Oduber interrumpió sus estudios en Canadá para integrarse a los rebeldes y, tras el triunfo de don Pepe, fue nombrado Secretario de la Junta Fundadora de la Segunda República. Cuando ocurrió la invasión calderonista de 1955, también regresó al país para participar en el frente. Su jefe, en esa oportunidad, fue don Mario Charpentier quien, un par de décadas más tarde, sería su ministro de Seguridad.
Daniel Oduber estudiante de la escuela Buenaventura Corrales. |
Su gobierno, indiscutiblemente activo, estuvo, en su momento, rodeado de muchas polémicas que, con los años, se han acrecentado. Oduber convirtió al Estado costarricense en un aparato enorme, complejo y caro. Algún día, espero, habrá un equipo de historiadores y economistas que tendrá la paciencia de calcular cuánto le costó al país la experiencia de CODESA. Casi no hay quien defienda hoy el estatismo de la era Oduber, pero el exceso de burocracia, la proliferación de instituciones y la existencia de puestos directivos muy bien remunerados y de dudosa necesidad son secuelas de aquella época que aún no hemos podido quitarnos de encima.
Por otra parte. a Oduber le tocó gobernar en una época bastante compleja y sería interesante prestar atención a la forma en que manejó tanto los conflictos internos como las relaciones internacionales. Dentro de propio partido, antes, durante y después de su paso por la presidencia, Oduber, por sus ideas, su estilo y su manera particular de hacer las cosas, logró cultivar tanto admiradores incondicionales como enemigos acérrimos.
Quizá será necesario esperar décadas antes de que aparezca el escritor sereno que logre crear un retrato balanceado de su persona y su gobierno. Hasta ahora, las publicaciones que hay sobre él no pasan de recopilaciones de discursos y semblanzas biográficas escuetas. Existe también un libro, escrito por Alberto Baeza Flores, que es una verdadera rareza. Fue publicado en 1976, durante el gobierno de Oduber y se trata de un panegírico que, en vez de con pluma, parece escrito con brocha.
Baeza, escritor chileno, amigo personal de Oduber y de Luis Alberto Monge (sobre quien también escribió un libro semejante), no se mide a la hora de soltar elogios. El libro de Oduber, como ya dije, fue publicado mientras era presidente y el de Monge, cuando era candidato. Es evidente que ambas obras tienen una intención propagandística pero, incluso teniendo claro que no hay que pedirle peras al olmo, no deja de incomodar la ligereza, la dispersión y el descuido con que están escritas. De la objetividad, mejor ni hablar. Por ejemplo, en el libro menciona que Mario Echandi ganó las elecciones de 1958 debido a que los liberacionistas se habían dividido en dos candidaturas: la oficial de don Francisco J. Orlich y la independiente de don Jorge Rossi. Sin embargo, a la hora de narrar el triunfo de Oduber, no menciona que la oposición estaba dividida en tres candidaturas, la del Dr. Fernanto Trejos Escalante, la de don Rodrigo Carazo y la de Jorge González Martén. Echandi y Oduber comparten la extraña circunstancia de haber ganado la presidencia pese a que fueron muchos más los electores que no votaron por ellos.
La obsesión de Baeza por el zodiaco, ya manifiesta en su ensayo Evolución de la poesía costarricense, está también presente en este libro, en que dedica párrafos enteros a explicar la personalidad de Oduber y de Carlos Andrés Pérez, basándose en el hecho de que el mandatario costarricense era Virgo y el venezolano Escorpión.
Son abundantes, además, las páginas de relleno en que el autor se distrae con cualquier excusa para agregar volumen a un libro que no debió haber sido más que un folleto. No sé si los libros de Baeza sobre Oduber y Monge fueron escritos por iniciativa propia o por encargo. Tampoco tengo idea de cuántos ejemplares se imprimieron ni cómo llegaron a distribuirse. En todo caso, no creo que este tipo de material haya logrado el propósito con que fue hecho. Ya se sabe que en publicidad lo que funciona es un mensaje breve, memorable y repetido miles de veces. Los libros que se escriben con descuido y a toda prisa, acaban siendo leídos de la misma forma.
Pese a todo lo que se le pueda cuestionar, Daniel Oduber Quirós fue un hombre culto e inteligente. un líder con arrastre, un pensador de ideas profundas, un intelectual muy preparado y un presidente que dejó un impacto profundo en el país. Su figura y gobierno algún día tendrán el estudio profundo y reposado que merecen.
INSC: 1716
Respecto a CODESA: Ya existe un libro que trata ese tema: "CODESA: Origen y Consecuencias 1972-1993" Publicado por la corporcaion FINTRA. FUe un estudio realizado con fondos de cooperacion de la AID.
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