Un dios más, un dios menos. Joan Bernal. Editorial Poe. Guatemala. 2018. |
Los lectores prefieren entrar en contacto con la obra sin que nadie les advierta lo que podrían encontrar en ella. Por ese motivo, es una práctica común al tomar un libro, especialmente si se trata de un libro de poesía, irse directamente al contenido y saltarse el prólogo sin leerlo.
El prólogo podría predisponer y, si es convincente, hasta podría empujar al lector a tomar un camino de apreciación distinto al que habría emprendido por sí mismo.
Sin embargo esta, como todas las reglas, tiene sus excepciones.
En el caso de Un dios más, un dios menos, libro de poesía de Joan Bernal publicado en Guatemala por la Editorial Poe, el comentario introductorio de Bonny Hernández, titulado "A manera de prólogo. Pero más una nota de cariño", más que comentar la poesía de Joan Bernal, cuenta su encuentro personal con ella.
Bonny tenía que encontrar un tema de investigación para el curso "Poesía Hispanoamericanca del Siglo XX". El camino fácil era ir a la segura y escoger a un autor famoso y reconocido. Pero ella quiso plantearse el reto de escoger poesía más fresca y menos comentada. Buscando lo que ella llama "una señal del destino", se encontró en los estantes de una librería el poemario For Sale. No tenía ninguna referencia del libro y nunca había oído hablar de Joan Bernal, pero al repasar las páginas y entrar en contacto con su poesía, supo que había hayado lo que andaba buscando.
En las páginas de For Sale, encontró que la mirada y la voz del poeta prestaba atención a los paraguas, al fútbol, a los detalles aparentemente más insignificantes de la vida diaria, elevándolos al nivel de tema de reflexión profunda.
Gracias en buena parte a "la señal del destino" que encontró Bonny, se logró la publicación de Un dios más, un dios menos, primer libro de Joan Bernal publicado en Guatemala.
En la aproximación a la poesía, especialmente a la hora de escoger los temas para trabajos de cursos literarios, ocurre algo similar a lo que sucede con la música clásica: la atención vuelve una y otra vez, casi de manera automática, sobre los mismos autores y las mismas obras.
Lanzarse a descubrir voces nuevas es una labor de minería que puede ser recompensada con el descubrimiento de una buena veta, como en este caso.
El público guatemalteco que entre en contacto con este libro, encontrará en él pequeños repasos de instantes vividos. Algunos alegres, otros dolorosos, pero todos, de alguna forma, memorables. Tendrán claro, sin necesidad de mayores referencias, que "El Edén" no se refiere precisamente al paraíso terrenal. Acompañarán al poeta en su caminata por cinco esquinas, conocerán algo de su persona en el autorretrato y se asomarán a su visión de la realidad en el balance de lo que sucede. El misterio de una mujer con anteojos oscuros, aunque no puede descifrarse a plenitud, puede imaginarse con la esperanza de no fallar por mucho. El duelo por la ausencia de la madre muerta hace poco, se convierte en un diálogo sereno con una silla vacía. Sin presumir de don Juan, el poeta considera que ha sido un éxito con las mujeres, ya que a ninguna le llegó disfrazado de piel de oveja y, cuando el romace llegó a su fin, todo acabó sin venganzas porque ellas siguieron su camino y él siguió el suyo.
Joan Bernal es un poeta de mirada curiosa y profunda, que suele dirigir con la misma atención a lo grande y a lo pequeño, a lo complicado y a lo simple, a lo más alto y lo más bajo. Lo paradójico no lo sorprende ni lo asombra, porque tiene claro las contradicciones están en cualquier parte que se mire. Su vocación, afortunadamente, es de poeta y no de filósofo. Sin pretender explicarlos, asume sus temas desde el asombro, la emoción, el contacto y el recuerdo, que son quizá los mejores caminos para conocerlos a fondo o, al menos, para llegar a comprenderlos sin caer en la tentación de juzgarlos.
INSC; 2781
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