Arbol Prohibido. Marco Rodríguez Frese. Impreso por Editorial Libros de México. Premio del Ateneo Puertorriqueño. 1971. |
Marco, entonces, asumió la tarea de
ponerme al día. Me habló de escritores, libros, grupos, revistas y
movimientos literarios de los que nunca había escuchado hablar
antes. Me aclaró que la poesía puertorriqueña, con el paso de los
años, había ido tomando otros rumbos. Que aún se seguían leyendo
los poemas clásicos, románticos, patrióticos y musicales de los
modernistas y posmodernistas, pero que las nuevas generaciones
(dentro de las cuales se incluía, pese a ser ya un señor de edad
algo avanzada), habían optado por un lenguaje más llano y se
ocupaban de temas más personales que regionales. Cuando, al escribir
sobre temas amorosos, caían en lo cursi, lo hacían deliberadamente
para darle al poema un toque irónico. Por la enorme belleza de la
isla y la alta estima que los puertorriqueños tienen de su sociedad,
el nacionalismo y los cantos al paisaje seguían apareciendo en la
producción poética reciente pero tamizados con una nueva
perspectiva.
“La próxima vez que nos veamos”,
me dijo, “Te voy a dar revistas y libros de poesía
puertorriqueña moderna.” “Es más”, agregó, “te
voy a regalar uno de los pocos ejemplares que me quedan de la primera
edición de mi libro Arbol prohibido, que ganó
el Premio del Ateneo Puertorriqueño en 1969.”
A Carlos Porras con amistad y gratitud. Granada, Nicaragua, 11 de febrero de 2006. Dedicatoria que Marco escribió en el ejemplar que me obsequió de Arbol Prohibido. |
Al año siguiente, 2006, de nuevo en
Granada, Nicaragua, en el primer día del II Festival de Poesía, iba
yo caminando por la Calle Atravesada cuando escuché que desde la
acera en frente alguién gritó mi nombre y apellido. Era Marco. Tras
el abrazo efusivo, mi amigo abrió su maletín y me dijo aquí: “Aquí
está lo que te ofrecí.”
Publicado en México
en 1971, Arbol prohibido es un libro breve y conciso en que el
poeta, con voz serena, se refiere a su entorno más inmediato. Marco,
quien aún no había cumplido los treinta años de edad cuando lo
escribió, se muestra como un joven idealista, enamoradizo y soñador
que mira con cierto desdén las intrascendentes escenas de la vida
cotidiana. El lenguaje es contenido y no necesita, para manifestar
emociones intensas, caer en excesos de vehemencia. Recurre de vez en
cuando a uno que otro cultismo o referencia erudita y se permite,
también, utilizar términos coloquiales, sin llegar, en ninguno de
los dos casos, al abuso. Su poesía es de lenguaje tenue pero y
emociones profundas.
Aunque Marco,
miembro del grupo Guanajá, era asiduo participante en recitales,
congresos y conferencias y sus poemas fueron publicados en revistas y
antologías de numerosos países, solamente llegó a publicar dos
libros: Arbol Prohibido y Todo el hombre, ambos en
1971, el mismo año en que se graduó de abogado. En el año 2012
publicó su antología personal titulada Redor poesía reunida
1968-2005.
Marco Rodríguez
Frese nació en Cayey, en 1941, pero creció en Santurce. En su
juventud fue Presidente de la Federación de Universitarios Pro
Independencia de Puerto Rico. Además de poesía, escribió cuentos.
En sus últimos años, fue vicepresidente del Festival de Poesía de
Puerto Rico.
Durante casi una
década, Marco y yo nos encontrábamos cada año, en el mes de
febrero, en Granada, Nicaragua, para continuar nuestra charla
inagotable sobre la poesía. Al despedirnos, en vez de dejarnos el
número de teléfono o correo electrónico, simplemente decíamos
“Después seguimos hablando".
Marco falleció el 8 de
abril de 2014.
Pese a todo el
contenido social o romántico de su obra, Marco fue, ante todo, un
explorador de lo profundo que está detrás de las escenas cotidianas
y un poeta dispuesto a mostrar el alto valor de hasta la más mínima
experiencia humana.
Sentida nota de
duelo
(Fragmento)
Supongo que está
bien que continuemos
diciendo cuentos
tristes a la noche,
repasando la mano a
la esperanza,
tratando de creer
que todo es pasajero.
Y en verdad que no
es nuevo
andarse por las
ramas.
Lo mismo se
resignan esos pájaros
para los cuales
hubo un invierno crudo
y no hubo migración
y allá te quedas
sin las bien
ponderadas coyunturas.
“Qué hermoso es,
cuando hay sueño,
dormir bien... y
roncar como un sochante...
y comer y engordar!
Y que desgracia
que esto solo no
baste!”
...Aunque, acepto,
soy malagradecido,
porque tampoco me
consuela el llanto.
INSC: 1997
Marco Rodríguez Frese (1941-2014) Poeta y narrador puertorriqueño |
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